karlotti valle

GALIZA —

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La endogamia hace patente la perspectiva política de su propia reconversión a raíz de la desafección social que provoca el hilo pestilente de corrupción en el que desarrolla su inoperancia. No hay medida ni freno. La moralidad que permite su existencia es, precisamente, la inexistencia de aquélla. Es decir la carencia de principios que posibiliten una dinámica diferenciadora y alternativa. Tengo la sensación de hallarme ante el cuadro de Goya, "Saturno devorando a un hijo",correspondiente a la denominada serie "Pinturas negras". Este cuadro al óleo posee el carácter fortalecido de la degeneración moral. El poder caníbal que no reconoce parentescos y sacia su apetito devorando a su propio hijo recién nacido, temeroso de perder el reinado. La aterradora y exorbitada mirada del dios Crono mientras un cuerpo informe, blanquecino y sanguinolento, atrapado entre sus manos, es engullido por unas pavorosas fauces. La senectud de su cuerpo parece hundirse en ese vacío que, a la altura de sus deterioradas rodillas, empieza a difuminarse. La política se asemeja a ese dios que con tanta expresividad crea el pintor para condensar el proceso de destrucción que simboliza la escena. ¿Sobre qué principio no contaminado podemos construir el hipotecado futuro de nuestros hijos? Desde luego los que hasta ahora han sido tomados en consideración les sobreviene el que bien define el ministro de Educación en el Primer párrafo del Anteproyecto de la LOMCE (2012) (Ley Wert), que no tiene desperdicio: “La educación es el motor que promueve la competitividad de la economía y las cotas de prosperidad de un país; su nivel educativo determina su capacidad de competir con éxito en la arena internacional y de afrontar los desafíos que se planteen en el futuro. Mejorar el nivel de los ciudadanos en el ámbito educativo supone abrirles las puertas a puestos de trabajo de alta cualificación, lo que representa una apuesta por el crecimiento económico y por conseguir ventajas competitivas en el mercado global.” Pedro Luis Ibáñez Lérida Lunes, 12 de noviembre de 2012