Jose Woldenberg
El desafuero
Politica y derecho se encuentran anudados en un sistema democratico. No cabe la politica por fuera de los cauces y
disposiciones legales y esa es la mejor garantia para evitar los abusos del poder y para que el ciudadano sepa con claridad a
que atenerse. En nuestro caso, sin embargo, todavia falta un tramo para que esa aspiracion sea cabal realidad. A nombre de la
politica no se debe subvertir el orden legal y (creo) eso conviene a todos, porque es la unica manera de regular las
pulsiones de los mas incluyendo por supuesto a los mas fuertes. Y sin embargo, hoy todavia "mucha politica" transcurre de
espaldas al derecho.
El farragoso parrafo anterior viene al caso por la solicitud de desafuero que la Procuraduria General de la Republica ha
solicitado contra el jefe de Gobierno del Distrito Federal. Derecho y politica se entrelazan y han generado una situacion
tensa y dificil. Permitanme, entonces, una aproximacion desde la politica como si en la realidad pudiese prescindirse del
derecho. En todo caso se trata de una formula analitica que suprime conscientemente buena parte del debate, en un intento por
subrayar la gravedad del asunto.
Dos fueron los objetivos de la reforma politica de 1976-77: inyectarle un cierto pluralismo a la Camara de Diputados y abrir
una puerta para que las corrientes politicas significativas, a las que se mantenia artificialmente excluidas de la vida
institucional, pudiesen ingresar a la misma.
La primera meta fue atendida, por primera vez, con la reforma de 1963 que creo los diputados de partido y que en su momento
significo un cierto reconocimiento del pluralismo. Pero la creacion del sistema mixto para la integracion de la Camara de
Diputados mas el acceso de nuevos partidos politicos a la arena electoral y legal puede considerarse como el inicio de la
mecanica del cambio politico con un claro sentido democratizador.
Hoy eso se encuentra en los libros de texto, es parte del sentido comun y quiza por ello somos incapaces de valorar su
significado. Era una epoca en la que los conductos de la representacion politica se encontraban azolvados y ninguna opcion
novedosa tenia cabida. Desde los comicios de 1964 hasta las elecciones de 1976 se repitieron de manera rutinaria y cansina
las mismas siglas en las boletas electorales (PRI, PAN, PPS y PARM). Ninguna nueva opcion obtuvo su registro a lo largo de
ese periodo que abarca cinco elecciones federales. Y por ello, cuando el pais se vio convulsionado por la emergencia de
fuerzas politicas que no se reconocian ni querian hacerlo en las registradas oficialmente, fue necesario construir un puente
de acceso para darle cabida a la pluralidad realmente existente en Mexico.
Primero obtuvieron su registro el Partido Comunista, el Socialista de los Trabajadores y el Democrata Mexicano (1979), luego
el Revolucionario de los Trabajadores y el Socialdemocrata (1982), despues el Mexicano de los Trabajadores (1985), y mas
adelante el del Trabajo, el Verde y sigale usted con la lista. (El ano entre parentesis informa sobre la fecha de la primera
participacion electoral.) En buena hora la puerta de entrada se abrio y se edifico tambien una buena puerta de salida:
aquellos partidos que no obtuvieran un minimo de apoyo electoral (primero el 1.5 por ciento de la votacion y hoy el 2 por
ciento) perdian su registro. Es decir, el diseno legal e institucional promovia y promueve que todas las corrientes politicas
con arraigo en el pais puedan contender por la adhesion de los ciudadanos. Y si alguna de ellas no logra un minimo de apoyos
(votos) ciudadanos sale del escenario electoral.
Cualquier observador mediano de la vida politica sabe (o deberia saber) el valor que esa definicion tiene para la
reproduccion civilizada de la diversidad. Si vieramos la pelicula de la transicion democratica mexicana podriamos observar
como la atraccion del mundo electoral se incremento paso a paso en los ultimos 25 anos. Corrientes politicas en un inicio
refractarias a las rutinas de la coexistencia de la diversidad, es decir, a la vida democratica, fueron incorporandose una a
una a la vida institucional y su presencia y esfuerzos sirvieron para construir las normas y las instituciones politicas que
hoy le dan cobijo a esa multiplicidad de expresiones ideologicas. Comunistas, trotskistas, sinarquistas, nacionalistas,
marxistas-leninistas, junto con quienes desplegaban luchas sociales de diverso tipo y hasta no pocos de quienes habian
recurrido al expediente de las armas, fueron ingresando y robusteciendo la vida electoral del pais. Y ello es quiza uno de
los logros mayores del Mexico de fines del siglo XX.
Creo que puede afirmarse que hoy no existe en nuestro pais ninguna corriente politica significativa excluida del marco
institucional. O para decir lo mismo de otra manera: hoy, en la politica institucional se expresan y recrean la totalidad de
las fuerzas politicas que han demostrado contar con un minimo de arraigo. Y aquellas organizaciones que se sientan excluidas
o que no se identifiquen con los partidos registrados, tienen la posibilidad de trabajar por su reconocimiento y registro
(aunque la torpe reforma de fines del ano pasado haya incrementado los requisitos para ser reconocido como un partido
legalmente existente).
Es en esa dimension y luego de la historia vivida que el intento por desaforar al jefe del Gobierno del Distrito Federal
adquiere cabal significado. Porque no se descubre el mar Mediterraneo al afirmar que Andres Manuel Lopez Obrador parece ser
el candidato "natural" de una de las tres fuerzas politicas fundamentales del pais (el PRD), y su desafuero sera visto, leido
y vivido, como el intento por cerrarle el paso a ese partido en el que cristaliza lo fundamental de la izquierda mexicana.
Aqui me veo obligado a hacer un parentesis: no comparto el poco aprecio que AMLO tiene por la legalidad y mucho menos la
utilizacion instrumental que le gustaria hacer de la misma. Tampoco me atrae e incluso temo su fobia a la existencia de
contrapoderes que limiten su gestion, signo inequivoco de una cierta veta autoritaria. Pero su descabezamiento a partir de un
presunto desacato a un juez por no frenar una obra vial, puede dinamitar mucho de lo que como pais hemos construido en los
ultimos anos. Alguien me dira: